Violencia de género

En el texto la autora pone de manifiesto, cómo creemos que la peor, incluso a veces la única violencia que existe hacia la mujer, es la violencia de género, la cual está rodeada de múltiples factores, que como consecuencia tienen la construcción de este tipo de violencia. Nos pone de manifiesto cómo diferentes autores han venido hablando de una violencia simbólica, la cual se desarrolla a través de los hábitos, unas pautas culturales que han construido los cuerpos de una determinada manera, encontrándonos en una realidad sexuada, con diferentes violencias como la estructural, física y cultural. Esta violencia simbólica, se da a través de la lógica, constituyendo unos hábitos que generan una fuerza simbólica, que será la forma de poder que se ejerce en los cuerpos, lo que nos acerca a la violencia de género, concepto complejo y amplio que estamos intentando comprender. Pero estos mecanismos de poder proceden del interior de la persona, por lo que el sujeto existe como poder desde el sometimiento. Estos instrumentos se asientan en las diferentes representaciones culturales, y en el lenguaje, influyendo en la construcción de identidades. En este caso las películas son diferentes representaciones culturales donde se nos plantea esta idea, desde tres puntos de vista diferente que vamos a comentar a continuación. 

Para comenzar hablaremos sobre la película de Thelma y Louise, dos chicas estadounidenses en los años 60, Thelma una mujer casada cuya función es el cuidado de la casa y de su marido, y Louis una camarera de un área de servicio cuya pareja no vive ni con ella. Ambas deciden emprender un viaje, y ya desde el principio de la película vemos esa violencia simbólica en el momento que Thelma tiene que pedir permiso a su marido para poder ir, ya que tiene que hacerle la cena, recoger…  Louis más independiente con su trabajo (de camarera que también es significativo ya que era uno a los pocos trabajos que podían acceder las mujeres en la época) la anima a salir y desmelenarse. En la primera parada se encuentran con que un hombre intenta violar a Thelma, y le acaban matando, dándose a la fuga, ya que saben que esa violencia física y secual no va a ser suficiente justificación como para matar a un hombre, además de que su palabra como mujeres no tiene ningún tipo de peso, enfrentándose a situaciones durante toda la película, donde refleja este sometimiento y violencia de la mujer hacía la sociedad. 

Átame narra la historia de un joven trastornado que rapta y viola a una ex estrella del porno. El protagonista se cuela en casa de la mujer, a la que lleva días acosando, la golpea, la secuestra y la mantiene atada durante días con la intención de convencerla a la fuerza de que él le conviene, de que es el amor de su vida, que le va a querer y a casarse con él. Ella desde un primer momento lo niega, pero la mujer, que justifica su violencia con el amor, una vez violada por el hombre, acaba amándole. En esta película podemos ver reflejado el perdón al agresor por miedo, presión social y rechazo, ya que al final acaban juntos por estos factores, es decir, dentro de esta película de violencia directa se premia finalmente al agresor. Esto quiere decir que el mensaje mandado a los espectadores es de que al final el amor es el sometimiento a otra persona. Esto nos lleva a una gran confusión, ya que justifica el maltrato como algo indispensable para el amor. A pesar de eso, se nos muestra una mujer fuerte, independiente económicamente, madura, que acaba dependiente emocionalmente, y estereotipada bajo esas construcciones del sistema capitalista patriarcal que nos reducen a cualidades estereotipadas como la no represión de los impulsos, la vulnerabilidad o el sometimiento.

En Te doy mis ojos se narra la historia de un matrimonio, en el cual la mujer ha tenido que buscar refugio en casa de su hermana ya que su marido no para de propinarle golpes. Lo que muestra claramente este filme es que la violencia no solo tiene que ser física, el mero hecho de que una persona nos induzca miedo, ya sería violencia. En muchas escenas de esta película el marido no llega ni a tocarla, pero simplemente con su tono de voz y sus movimientos provocan en su mujer una reacción de pánico extremo. Ella lo quiere he intenta tapar todo lo que él le provoca, incluso vuelve al domicilio familiar pensando “todo va a cambiar”. Creo que cuando se termina el visionado se ve como el título es la clave del pensamiento que quiere transmitir, ya que la protagonista se encuentra ciega, y llega a regalarle el sentido de la vista a su maltratador. Pero en el momento que ella abre los ojos y cae esa venda de amor, no hay marcha atrás, ni perdones, ni nada que pueda hacer que eso cambie.  Al fin y al cabo, muestra el proceso de sometimiento y como se puede salir de ello con el apoyo de quien nos rodea. Esta historia refleja todos los tipos de violencia, desde la violencia simbólica pasando por la violencia contextual hasta la violencia directa, mostrándonos un camino de esperanza. Con violencia contextual queremos hacer referencia a la violencia que sufre la mujer ante diferentes situaciones que la unen al maltratador. En esta película se puede ver muy bien cuando el niño le dice que si van a volver con su padre, en ese momento, ese pensamiento del menor esta ejercitando violencia en ella, ya que al no ser consciente de la situación con este comentario hace que la madre tenga que plantearse el hecho de volver con el maltratador. Es bueno que se transmita este mensaje para intentar concienciar a a las mujeres de que no hay justificación para aguantar el maltrato, ni si quiera el hecho de que los niños necesiten a un padre. Esta última afirmación es ya una construcción más del sistema sexuado que hace que las mujeres interioricen la necesidad de una figura masculina para la crianza de sus hijos. Algo que se entiende como natural pero que no es mas que un adoctrinamiento de la conciencia de la mujer. Cabe añadir que en este largometraje, también se ve reflejada la idea de que el hombre, no es si no otra cosa que víctima del mismo sistema opresor de identidad. Cuando el va a la terapia grupal y el terapeuta es un hombre se enfrenta esa dicotomía del bien y el mal entre dos sujetos masculinos, occidentales y blancos. Este detalle nos parece algo maravilloso. 

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