Pornográfica de la muerte y producción cultural en el contexto digital

En esta entrada vamos a hablaros de las las películas Blade Runner (Ridley Scott 1982) y Réquiem por un sueño (Darren Aronofsky), relacionado con un artículo en la revista digital “Teknokultura” de la profesora Eva Navarro en 2013, bajo el título Ante la imagen de los demás: pornográfica de la muerte y producción cultural en el contexto digital.

El artículo nos muestra las consecuencias de la distribución y reproducción del contenido en Internet, sobre todo las llamadas “imágenes del horror”, las supuestas posibilidades que la red nos ofrece, junto a sus características, desde un discurso al que no estamos acostumbrados, ya que nos hace darnos cuenta de cómo los discursos imperantes son lo que rigen esta red.  

En la película Blade Runner, muy conocida en el mundo del cine, nos muestra un futuro oscuro, que además coincide con el año en el que nos encontramos, en una sociedad donde hay androides con forma de humanos, los replicantes, no se diferencian de los humanos más que en su habilidad y fuerza física, debido a una antigua revuelta de los replicantes, ya que eran tratados como esclavos, fueron prohibidos en la Tierra y un equipo de policías llamados Blade Runner se encargan de dar muerte a los 4 replicantes que quedan. En un final en el que se supone que puede más el amor, pero nos muestra un mundo sombrío y oscuro. 

Si aplicamos la teoría de cómo Internet se ha introducido en la sociedad, sin haber casi diferencia entre lo privado y lo público, somos nuestros propios replicantes, nos podemos llegar a convertir en lo que mostramos en las redes, creando una especie de replicante de nosotros propios en la red, sintiendo cada vez menos empatía y sentimientos por el resto, como pasa con los replicantes de las películas. También creemos que es posible llegar a una situación similar. 

Los otros, en este caso se ven representados en las máquinas, siendo los oprimidos, revelándose por su libertad, y siendo condenados a la muerte, percibidos como amenaza, ya que no están dispuestos a ser manejados por estos, mientras nosotros en realidad estamos manejados por otro tipo de sometimiento encubierto, bajo una falsa sensación de libertad. 

Protagonizada por un hombre el cual hace uso de la violencia continuamente, dejando el papel de las mujeres delegado, con un papel secundario, y como pieza fundamental para generar un discurso de amor. El tono de muerte y violencia está presente en toda la película, siendo una película de hace casi 40 años, muestra una sociedad con rasgos generales muy similares en algunos aspectos a la actual, en el que vivimos bajo una falsa libertad, dominada por las tecnologías, y estas a su vez por el discurso de masas, en el que prima el pensamiento dominante occidental de hombre blanco y occidental. 

La película Réquiem por un sueño, del 2000, está basada en un libro con el mismo nombre escrito a finales de la época de los setenta por Hubert Selby Jr. Una madre y un hijo que tienen sueños muy distintos: ella el de participar en su concurso televisivo preferido para el cual se pasa la vida a dieta; él y su novia el de abrir un negocio propio con el dinero conseguido vendiendo droga, pero nunca llegan a tener el suficiente dinero para conseguirlo.

El film nos muestra con tintes dramáticos las situaciones extremas de la adicción a las drogas y a otros fármacos. Es un análisis de la lucha interna entre el deseo de abandonar la adicción y, por otra parte, la dependencia absoluta ante las sustancias. Este yin yang de emociones se relaciona con la propia frustración personal de aquellos para los cuales el supuesto éxito en la vida no lo es todo, esa idea derivada del sueño americano que supedita la felicidad a la consecución de objetivos políticamente correctos en la vida y la madurez de todo ser humano, pues a veces lo más trivial se vuelve algo fundamental. 

Los medios de comunicación y, en especial, la televisión, juegan un papel fundamental en la subtrama de la película. Los estereotipos y cánones de belleza impuestos por los programas televisivos son unos de los factores que provocan obsesiones y sufrimiento en la sociedad occidental actual, y en uno de los personajes en concreto. Es este otro de los ejes de la crítica que realiza el director.

Con el desarrollo de los acontecimientos, los personajes tocan fondo hasta que intentan plantar cara a sus temores, convirtiéndose esa lucha ante los miedos internos en la única esperanza de poder combatir y vencer a sus adicciones, ya que a veces la frustración invade a las personas cuando sus sueños, aspiraciones de vida o metas se ven alterados e incluso inalcanzables, siendo esta la delgada línea que separa el éxito del fracaso. La actitud de la evasión ante los problemas y recurrir al efecto narcótico y artificial de las drogas y fármacos simboliza el temor infantil de los personajes a enfrentar sus problemas y sus miedos, cayendo esclavos de los mismos y abandonando de manera inconsciente sus sueños durante un período de tiempo comprendido en fases que es simbolizado con el paso de las estaciones en la película, pues estas son las etapas que nos marcan desde el ascenso a la caída de la vida de nuestros personajes.



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