La bicicleta verde narra la historia de una niña de 10 años llamada Wadjda que vive en los suburbios de Riad, Arabia Saudita. A pesar de vivir en un entorno conservador, es una niña divertida a la que le gusta vivir al límite. La niña desea desesperadamente una bicicleta de color verde, pero su madre se opone por miedo a una sociedad que ve las bicicletas como un peligro para la dignidad de una chica. A pesar de ello, Wadjda se las ingenia e ingresa en el grupo de estudio del Corán donde gana un premio en dinero que le permite comprar la bicicleta. El problema está cuando dice lo que piensa hacer con su premio, estalla un escándalo y la directora de dicha escuela decide destinar el dinero a Palestina. La madre termina comprándole la bici ya que quiere que su hija sea la persona más feliz del mundo.
Como ya sabemos, el que una mujer se muestre en un espacio público sin una razón objetiva, como ir a la escuela o al mercado, es visto como una amenaza a la moralidad. Por ello, muchas mujeres en Arabia están tomando las calles en bicicleta, como acto de rebeldía, de reivindicación. Moverse libremente es un derecho de la política feminista internacional.
En los últimos años hemos podido apreciar un aumento de mujeres ciclistas, competidoras, ropa de ciclista especial e incluso modelos de bicicletas diseñadas para mujeres. Pero podríamos apreciar este suceso como una forma más del capitalismo de expandir su mercado hacia el público femenino, que un cambio en las relaciones sociales y espaciales.
Moverse en bicicleta es un símbolo de libertad, está relacionado con la forma de vivir en las ciudades, de sentir el viento, una forma de negarse a depender del petróleo proveniente de países en guerra, que contamina el aire y atropella animales. Es un rechazo hacia el urbanismo mercantil que destruye los espacios comunes y la naturaleza para construir carreteras y autopistas.
Esta película habla del ansia de superación y del crecimiento personal de una niña feminista, que día tras día lucha para derribar todos los tabús y conductas machistas que le rodean.
La directora hace uso de la bicicleta como símbolo de la lucha por los derechos y el empoderamiento de las mujeres en Arabia Saudí.
Se trata de una crítica a las dificultades que las mujeres árabes tienen que vivir cada día para hacer cosas que son normales para las mujeres del resto del mundo, pero desde el modo más amable que su directora podría haber utilizado, porque de otro modo dudamos mucho que el proyecto hubiera salido adelante. No ha presentado a los personajes masculinos como villanos, sino que ha reflejado tanto a hombres como mujeres como se encuentran presionados para actuar de determinadas maneras o, luchar contras las consecuencias de no haberlo hecho.