Buda explotó por vergüenza
Antes de comenzar a hablar sobre el mensaje y reflexión de la película, nos gustaría recalcar, que la directora de origen iraní e hija de una familia de directores, tan solo tenía 18 años cuando grabó la película, la cual ha sido galardonada con numerosos premios. Hana cuenta con un largo recorrido de películas como directora, y es más que admirable, por lo que nos gustaría darle nuestro reconocimiento. Como se dijo en el debate posterior a la proyección hay dos tipos de directores: el que hace cine para que sus películas sean premiadas y el que hace cine para intentar cambiar el mundo. También comentar que los actores no son profesionales sino vecinos de las localidades donde se rueda la película, por lo que, aún, tienen más valor estas producciones.
Esta película se basa en una visión orientalizada, en la que se muestra un contexto machista y patriarcal en el que las mujeres queda relegadas a un papel de grupo subalterno. Lo más relevante de la película es que teniendo un contexto machista oriental utiliza como protagonista a una niña, lanzando así un mensaje feminista y de revolución. Además, deja patente la afirmación de que toda cultura es un híbrido de otras.
El mensaje de este film es desgarrador, puesto que manifiesta que en los territorios sometidos bajo el régimen talibán o juegas su juego o mueres, pero con la redundancia de que el juego acaba con la muerte. Para que esta metáfora del juego funcione la directora a utilizado a los niños para darle más evidencia al sinsentido del juego. Puede que también esta le haya servido para saltar las barrearas de la censura en la producción (el rodaje se lleva a cabo en los territorios con este conflicto), como se menciono en el debate. De este tema se comentó durante el debate las tristes realidades impuestas por diferentes regímenes adoctrinantes, ya no del régimen talibán sino de los muchos q hay hoy en día en el mundo, como es el caso de Corea del Norte, el estado islámico....
En conclusión, lo que realmente nos plantea la película es la contraposición de luchar o rendirse y lo hace desde una visión tan inocente como la de una niña, convirtiendo la narración en un juego para que sea más fácil de asimilar la metáfora por el público.
Deberíamos agradecer a la directora que utilice a una niña como protagonista para desenmascarar la realidad de las mujeres bajo estos regímenes y como su papel es reducido al hogar, desestimando sus deseos de estudiar o aprender.
Mencionar que durante el debate se cuestionó "¿qué podríamos hacer nosotros para impedir estas situaciones anti derechos humanos? " Desde la humildad de tres jóvenes que intentan ser consecuentes en un mundo cada vez menos consecuente, decir que no podemos intentar sacar la paja del ojo ajeno teniendo el ojo lleno de pajas. La reflexión a la que llegamos es que no somos los salvadores de nadie, cuando ni siquiera nosotros mismos podemos salvarnos. La situación que nos rodea obviamente es mejor que la que viven esas personas, y esta claro que no se puede mirar para otro lado, pero no podemos llegar como misioneros de la paz para adoctrinarles bajo nuestras ideas de mundo occidental. Lo que sí podemos hacer es concienciar a nuestro entorno de la necesidad de educación a otras poblaciones más desfavorecidas para que por ellos mismos consigan desarrollar un pensamiento crítico que los haga libres. Así pues el día que esto suceda todos estaremos preparados para apoyar ese cambio.
Nos gustaría añadir que para nosotras esta película ha suscitado un interés sobre este conflicto, que en verdad era conocido pero ajeno. Nos resultaba conocido porque si teníamos algunas nociones e ideas debido a que en los 2000 era el monotema de los medios; y ajeno, puesto que en esas fechas éramos unas niñas. Por eso, a partir de ese momento lo que hemos hecho ha sido informarnos sobre el tema para ampliar nuestra percepción sobre ello.
